Y lo que me ha impulsado a
hablar de él por fin es una fábula, aparentemente simple, que responde
al título de Orgullo de Baghdad.
Durante el bombardeo sobre
Irak de esa especie de policía imperialista mundial que es yanquilandia
en el 2003, cuatro leones escaparon del zoo de Baghdad. Y lo que, en un
principio sería una simple anécdota, a Brian le ha inspirado una
historia que habla sobre la libertad, el sacrificio, las miserias y el
sinsentido de la guerra, la lucha de sexos, la naturaleza oscura del ser
humano como dios autoimpuesto de este planeta y cómo afectan sus actos a
los inocentes, a los que están al margen...
Y
creo que esta es una obra digna de tener en papel para deleitarse una y
mil veces con esa impresionante plástica visual de Niko Henrichon (el
dibujante de esta joya) al que he tenido el grandioso gusto de descubrir
aquí.
Y también creo que siempre es bueno, incluso
necesario, que alguien consiga arrancar una lágrima de nuestros ojos
aunque solo sea para reiniciar la mirada.
Lo digo y lo redigo: Brian K. Vaughan es muy grande![30/11/2014]