viernes, 18 de diciembre de 2015

Trillium [Guión & Dibujo: Jeff Lemire][2013/2014]

Año 1921: William, ex-combatiente de la 1ª Guerra Mundial, vive torturado por sus recuerdos de trincheras sembradas de sangre.
Cierto día, su vida da un vuelco tras asistir a una exposición de objetos arcaicos provenientes de un recóndito lugar situado en la selva del Amazonas y, completamente obsesionado por algo que no puede explicar, emprende la búsqueda, acompañado por su hermano Clayton, de un templo que, según cuentan las leyendas, oculta el secreto de la vida eterna.
Año 3797: La humanidad, que hace mucho tiempo que abandonó la Tierra, está al borde de su extinción acosada por un virus inteligente que se adapta a cualquier medio, denominado Caul. Una nave ha llegado al planeta Atabithi donde sus habitantes cultivan una flor llamada Trillium que puede combatir el virus. Nika, una científica humana, está tratando de comunicarse con los atabithianos para que compartan sus cultivos. Allí descubre un templo similar al que William encuentra en su época y entra en él. Pero, como siempre, las fuerzas militares pierden la paciencia y acaban tomando por la fuerza lo que se podría haber conseguido por otros medios. Destruyen el templo y la realidad conocida hasta el momento se reescribe.
Ahora voy a decir algo muy en serio. Creo que, en los últimos años, el cómic de autor ha superado con creces a la narrativa literaria. Es mi punto de vista y se que cualquier intelectual me lapidaría por este comentario, y me da bastante igual.
A día de hoy, jovenes talentos impactantes como Jeff Lemire (del que hablamos hoy), Scott Snyder, Brian K. Vaughan, Nick Spencer, Rick Remender y un glorioso etcétera, están creando narraciones reamente asombrosas, y Trillium es un fantástico ejemplo.
Hablamos de una historia de amor llevada al límite que supera barreras de tiempo, espacio, futuro o pasado y que funciona perfectamente a pesar del delirio y de las muchas ideas aquí contenidas.
Jeff Lemire (autor de la última e increíble serie de Animal Man, Sweet Tooth, Nadie, Descender, etc) es un guionista impresionante que está en posesión de una imaginación que desborda. Y, además, tiene la técnica necesaria para lograr que todo confluya a buen puerto sin que los delirios de su imaginación se pierdan en el cosmos. Por lo normal sus historias las dibujan otros, como en su más reciente obra, Descender, ilustrada por el grandioso Dustin Nguyen, y que está haciendo que toda la crítica y los autores más prestigiosos del mundo del cómic se vuelvan locos, y no es para menos. Pero en Trillium, como en sus obras más personales, él se encarga del dibujo también. Y tiene un estilo tan propio, tan suyo, que es imposible no diferenciarlo: abrupto, caótico, doloroso a veces e, incluso, con un punto de distorsión entre tanto dibujante perfeccionista, que me hipnotiza.
Lo cierto es que leer historias como esta me da el combustible que mi imaginación necesita.