viernes, 20 de mayo de 2016

Attila Bartis - El Paseo [1995]

"Tendría unos siete u ocho años cuando me fijé en cómo los gatos caían de pie. Yo era la única criatura de la casa. Aparte de mí, en las dos plantas vivían treinta y tres familias de ancianos, malos bichos llenos de odio, a quienes quizá otros tuvieran muchas cosas que agradecer, pero yo ninguna."
Así arranca este pequeño y enorme libro (apenas140 páginas arrebatadas), para acabar con éste párrafo:
"Esto es todo.
No necesito tu pañuelo, no lloro desde hace tres años.
Vivo según modelos aprendidos. Así que hice mis negocios e incluso me tomé un café. También recogí algunos objetos importantes para mí. El vestido de Benjamin, la piedra de Igor, un cuaderno de pentagramas. El buen amanecer.
Amor, viajar a la luna, arte. Un ballet en el pantano."

El creador de ésta obra, Attila Bartis, es fotógrafo además de escritor ocasional. Y así se comprenden muchas cosas. No he visto ninguna de sus fotos y pienso dejar un tiempo para acercarme a sus imágenes tras asimilar lo que sus palabras cuentan. Publicó este libro en 1995 en Rumanía y en febrero de este año 2016 se ha editado en España gracias a las buenas artes de la editorial Acantilado.
Yo no sé lo que me ha pasado al introducirme en estas páginas. Tan sólo sé que, El Paseo, es el prototipo de literatura que consigue reiterarme en mi pasión por las letras.
Una voz nueva he descubierto. Una voz que clama recuerdos de guerras que han destrozado un país y que narra una historia de una forma tan única, hiriente, turbadora, hermosa y portadora de tormentas, que pienso releer sus frases muchas veces.
Es difícil el dominio de las palabras y Attila Bartis ha creado un mundo nuevo a pesar de beber de grandes maestros.
El Paseo es una obra tan extraña, triste, luminosa y brutal a la par, que casi creo que no todo está perdido.