lunes, 1 de febrero de 2016

4 Cómics en 4 Días (o como comprobar que cierto arte gobierna las tormentas).

Hay veces en que me pregunto qué sería de mí sin buenas historias. Sin una especie de combustible mental que calme y ayude a enfocar mi desenfrenada imaginación.
Esta semana he descubierto 4 relatos que son como soles y lunas a la vez y cada una de ellas fue como un latigazo.
Ojo al dato: todas han sido publicadas por la editorial Image. Un sello que montó Todd McFarlane (el creador de Spawn) junto a unos buenos amigos, en los años 90, la época de mayor crisis económica en el cómic usa, para que los autores poseyeran los derechos sobre sus obras. Cosa hasta la fecha impensable en Norteamérica con los emporios de Marvel y DC repartiéndose el mercado.Y hace tiempo que me he dado cuenta que no es que publiquen buenos cómics, es que todo lo que sale bajo el sello de la gran i es, siempre, de lo mejor. Y no sé cómo demonios lo consiguen.
Otra advertencia: quiero comprobar cómo voy a hacer para resumir estas 4 increíbles obras en un único texto. Es un reto y eso me encanta. Y va a ser imposible comprimirlos en 4 párrafos, así que quien no tenga paciencia para la lectura más le vale que abandone.

LUNES: OUTCAST (PARIA) [GUIÓN: ROBERT KIRKMAN/DIBUJO: PAUL AZACETA][2014/...]
Me he convertido en adicto a esta historia y pienso esperar, como agua de mayo, cada número mensual.
Kirkman es el creador de, entre otras maravillas, The Walking Dead. Y me refiero al cómic, no a la serie de tv, que ni he visto ni pienso hacerlo.
Paria es una serie tan brillante y adictiva, tan cargada de un poso de malestar y una atmósfera de continua amenaza, un relato cargado de la sensación de que cualquier desastre está a punto de ocurrir, que es tan capaz del desasosiego como de la más pura emoción humana.
Kyle Barnes es un hombre hundido. Ha descubierto que es un Paria; un ser clave para liberar a la gente de los demonios que los poséen. Una pieza única en un engranaje sobrenatural que está a un paso de expandir el infierno sobre la tierra. Su mujer, poseída por uno de estos demonios, estuvo a milímetros de matar a la hija de ambos si no fuera por su intervención y exorcismo. Y ahora su matrimonio está roto pues la culpa ha recaído sobre él. Pero, lo cierto, es que Kyle tiene la clave para salvarnos a todos. Y no me da la gana de contar nada más. Tan sólo que los ingredientes con que está confeccionada esta obra son: la culpa, la búsqueda de la redención, el tratar de reparar todo el daño causado, la fe, la angustia, el sentirse desvalido ante una amenaza inmensa, las ganas de desaparecer, recapacitar e ir a por todas sin importar lo que te pueda pasar...
Creo sinceramente que es lo más grandioso que ha escrito Robert Kirkman y espero que siga mimando esta historia tan impredecible que ni puedo ni quiero imaginar a dónde nos conducirá. Y no quiero obviar el trabajo de Paul Azaceta, el dibujante (un gran descubrimiento para el que esto escribe), un artista preciso como un cuchillo afilado que sabe como dar vida a esos seres confusos y, al mismo tiempo, iluminados, que se mueven como personas casi reales gracias a sus buenas artes. La única palabra que puede definir ésto es Genial.
Resumen desde mis tripas: Cuando has llegado a un punto en que nada te importa, si te levantas por los demás, aunque sea arrastrando tu propio esqueleto que nadie ve y haces cosas importantes, eres un héroe a pesar de que la gente esté ciega para verlo.



MARTES: WYTCHES [GUIÓN: SCOTT SNYDER/DIBUJO: JOCK][2014/2015]
Reconozco que aquí me resulta imposible ser imparcial. Adoro todo lo que hace Scott Snyder. Creo que es uno de los guionistas de cómics más cautivadores que existen ahora mismo. Pero, como gran bastardo que soy, estoy preparado para asumir un tropiezo porque tanto talento y madurez no es normal en alguien tan joven. Ha creado, junto a Stephen King, la fascinante serie American Vampire. Es el responsable de obras tan absolutamente increíbles como The Wake, Severed, Puertas de Gotham y un gran etcétera que incluye la serie actual de Batman que no deja de sorprenderme (48 números lleva ya ocupándose de los guiones del Caballero Oscuro y no se agota su creatividad).
Existe una raza de seres ancestrales que habitan bajo el suelo que pisamos desde siempre. Se alimentan de carne humana y pueden hacer que cualquier sueño se haga realidad si pactas con ellos. Si les ofreces a tu hijo puedes conseguir dones impensables. La mayor tentación está al alcance de la corrupta naturaleza humana. Atención que esto es una gran idea pues remarca la bestia que llevamos dentro; la corrupción y la ambición que creo forman parte del adn humano.
Charlie Rooks es un escritor de éxito y, como Scott tiene ese toque tan humano en todas sus obras, es imposible evitar que te caiga bien (un maldito truco que hace siempre para lograr la empatía con alguien que lo va a pasar mal). Su mujer vive en una silla de ruedas tras un accidente automovilístico. Su hija sufre por su condición de no sentirse ubicada en ningún sitio.
A Scott le pierden las historias de raíz sobrenatural que enlazan con los miedos más oscuros del alma humana. Es un maestro en ello.
Gente atrapada en el interior de un árbol, un pueblo que ha vendido su alma y su moral, una noria, la posibilidad de olvidar a quien más quieres y ser eterno...  La cara más oscura de la humanidad es una masa con la que ciertos seres, que ya estaban ahí antes del homo sapiens, pueden jugar.
Resumen desde mis tripas: Una historia tan tenebrosa como llena de humanidad que incluye a un padre ex-alcohólico que es capaz de descender al mismo infierno por la gente que comparte su misma sangre.








MIÉRCOLES: RASPUTÍN [GUIÓN: ALEX GRECIAN/DIBUJO: RILEY ROSSMO][2014/2015]
No conocía a Alex Grecian y, después de leerlo, me parece un escritor realmente grande. En tan sólo 10 episodios en formato comic-book (lo que significa 23 páginas aproximadamente por número) nos lleva por buena parte de la historia de Rusia, desde la época de los zares hasta terminar en la USA actual, reinventando la historia de Grigori Efimovich Rasputin, alguien similar a lo que entendemos por el hombre del saco en el folklore de la tierra de la tundra, la perestroika y la Plaza Roja.
Rasputín tiene la capacidad de curar con sus manos y de no morir nunca. Es un ser acompañado perpetuamente por el espíritu de su cruel padre por escoger salvar al oso que lo mató en vez de a él. Con cada persona que salva parte de su esencia se queda en su alma. Es un hombre con cientos de vidas en su interior; suficiente para volver loco a cualquiera. El pueblo lo adora y ciertos amigos le temen y odian por igual. Tras salvar la vida del hijo del zar se convierte en alguien de confianza en la corte, ejerciendo una gran influencia. En definitiva, alguien muy molesto para los que están en contra del régimen, incluyendo naciones extranjeras.
Esto es una maravilla que sigue creciendo por dentro una vez acabas de leerlo. Está tan bien estructurado todo y es tan precisa la manera de narrar que realmente sorprende todo lo que está compactado en tan pocas páginas para lo mucho que abarca. Dioses olvidados, el dolor de una guerra sangrienta, la amistad más pura y las envidias de quienes se llaman a sí mismo amigos, el hecho de lidiar con poderes que te hacen estar por encima de los demás cuando amas a la gente y el dolor de renacer cada día.
Y algo más: Riley Rossmo. Un dibujante que me dió un vuelco cuando lo descubrí en la increíble Bedlam, escrita por el enorme Nick Spencer. Este tío es absolutamente brutal y me resulta difícil entender como consigue cambiar de registro con cada obra que ilustra. Tiene un toque absolutamente personal al que es muy difícil encontrar una influencia y, además, en cada cómic que hace es como si reinventara su estilo. Creo poder afirmar que es mi dibujante favorito de los últimos tiempos.
Resumen desde mis tripas: La soledad que representa el no poder morir y ver como se desvanece a tu alrededor todo lo que amas. Para esto hay tres salidas; o tu mente se destruye o creas una coraza o te conviertes en el ser más odioso del mundo. Y la opción más dificil; aprendes de tantas vidas y evolucionas hasta convertirte en alguien que merece mucho la pena.
Imposible no querer al Rasputín que estos dos artistas geniales reinventan aquí.
  








JUEVES: NIÑOS SALVAJES [GUIÓN: ALES KOT/DIBUJO: RILEY ROSSMO][2012]
Otra vez Riley dibujando y un nuevo cambio de registro. Esta vez casi esquemático por momentos y en otros abarcando más de lo que nadie tiene arrestos para dibujar. Y todo ello de una forma casi minimalista.
Y vamos a ver una cosa; cuando parece que ya todo está inventado, va y surge un chavalote llamado Ales Kot. Un simple niñato amante de los cómics (ésto es su debut) que estaba harto de la realidad que lo rodeaba y que abandonó sus estudios, según él, cansado de un sistema educativo que perseguía crear máquinas en vez de seres pensantes, algo con lo que yo comulgo. Se embarcó en un viaje por el mundo persiguiendo algo que aplacara su insatisfacción y ahora lo tenemos aquí haciendo lo que siempre quiso hacer. Lo cierto es que, mucho me temo, pertenece a esa raza que nunca va a encontrar su sitio y se acabará quemando. Y en serio digo que ojalá me equivoque.
Niños Salvajes es algo que proviene de una mente tan alucinada y, a la vez, tan lúcida como un bisturí que refleja una luz tan extraña e inaudita que necesitas volver a releer desde cero para tirar abajo los icebergs que aposenta en la mente.
Estoy completamente seguro que Grant Morrison, Alan Moore y Neil Gaiman, por citar tan sólo tres nombres que han transformado el lenguaje del cómic, alzan sus copas si han leído ésto. Este muchacho es realmente enorme y casi da miedo el pensar que nos va a ofrecer en futuras obras. Ya he descargado Zero, la serie que está publicando en la actualidad, y me muero de ganas de enfrentarme a ella.
Resumen desde mis tripas: Un experimento con un trasfondo brutal que nos narra como un grupo de alumnos, muy probablemente en posesión de un cerebro más grande que sus tutores, toman por asalto su escuela para reeducar las mentes de profesores que son herramientas de un sistema que debería ser abolido. Una especie de meta-lenguaje en el que sus protagonistas son conscientes de su condición de personajes de cómic. Una ruptura con la técnica de la narración impensable en un guionista tan joven.